[Parte 1/5 AQUÍ]
Duración: 133 min.
Año: 1969.
Dirección: Bob Fosse.
Guión: Peter Stone (Obra:
Neil Simon)
Música: Cy Coleman
Letras: Dorothy Fields.
Fotografía: Robert
Surtees
Reparto: Shirley MacLaine, Ricardo Montalbán,
Sammy Davis Jr., Paula Kelly, Chita Rivera,
Productora: Universal
Pictures.
Galardones: 3
Nominaciones a los Oscars por
Banda Sonora, Vestuario y
Dirección Artística.
Género: Musical. Comedia.
Drama. Romance
Inicio en el mundo del cine adaptando la pieza musical ya dirigida y
coreografiada por el propio Bob Fosse basada en el guión Las Noches de
Cabriria (Federico Fellini, 1957) que había sido galardonada con el Oscar a
la Mejor película de habla no inglesa pocos años antes y cuya representación
teatral abrió a finales de enero de 1966 en el Palace Theatre de Nueva York,
representándose en 608 ocasiones, con Gwen Verdon como actriz principal.
Para la adaptación cinematográfica Bob Fosse contó con la participación
de la magnífica Shirley MacLaine, que interpreta a Charity Hope Valentine,
bailarina del Fandango Ballroom en la ciudad de Nueva York y con
una enorme e inocente esperanza de encontrar un magnífico y apasionado romance,
cuando todo lo que se encuentra sin
embargo son hombres que se aprovechan de ella finalmente de un modo u otro,
entregándoles el corazón de manera equivocada a uno detrás de otro. La película
nos cuenta por lo tanto el día a día de Charity, quien no se rinde ante los
constantes fiascos amorosos mientras compagina su labor en el salón de baile,
escenario que sirve para dar cabida al que posiblemente sea uno de los números
musicales más representativos del film.
"Eh hombre generoso, regálame un poco de tu tiempo"
"Eh hombre generoso, regálame un poco de tu tiempo"
El número musical elaborado por Fosse para el tema
Big Spender (clip) cuenta con una puesta en escena símbolo del poder femenino con recursos y
construcciones estéticas claramente heredadas de su trabajo en el teatro, de
enorme fuerza (moviéndose también con cierta soltura en estudiadas coreografías
entre actores y cámara como en la movida The Rythm of Life magnífico tributo al movimiento hippie y
crítica religiosa). Fosse emplea inteligentemente el tema de la explotación de
la mujer como objeto en el negocio de la prostitución (o bailarinas de
compañía) para montar un número de gran fuerza visual. En el número de azotea There´sGotta Be Something Better Than This se puede respirar en cada movimiento,
vestidos y estructura musical (percusiones y empleo de
violines/vientos) un guiño a la America de West Side Story (Robert Wise y Jerome Robbins, 1961). Mejor muestra de
las más que dignas dotes de baile de MacLaine. Mención especial merece también el
cómico y majestuoso desfile de I´m a Brass Band donde Fosse emplea inteligente recursos de cámara para jugar con
los magníficos arreglos musicales de Cy Coleman, una prerrogativa tomada por
Fosse para salirse por completo de la trama con el fin de mostrar la exaltación
anímica de la protagonista.
"¡Aquí son todos famosos! Soy la única de quien no he oído hablar nunca"
La influencia de Fellini en el film es especialmente
palpable en el rompedor número Rich Man´sFrug. En esta escena Charity acompaña por casualidad a una estrella de cine
italiano a un local exclusivo donde se ve rodeado de todo tipo de celebridades
llevando a cabo un comportamiento de lo más excéntrico y extravagante; y
realizando un espectacular número de frug,
baile de sociedad popular
entre la gente joven de principios de 1960, con movimientos de brazos y torso y
limitado trabajo para los pies.
Interesante el empleo del foco circular en If My Friends Could See Me Now, permitiendo el traslado de un escenario real, cotidiano como es el interior de un dormitorio, a una sala indefinida propicia para la continuación del número musical en el mundo interior de Charity. Fosse hace un uso estético y práctico combinando la foto fija con la imagen en movimiento. La imagen estática (fotografía) la emplea tanta para recrearse en determinados encuadres como para (y principalmente) mostrar paso de tiempo. A toda la labor del director, hay que destacar la enorme interpretación de la carismática Shirley MacLaine, permitiendo obtener tanto magníficos números musicales como situaciones cómicas muy efectivas como la del encierro en el ascensor.
"-¿Profesión?
-Asesora social.
-¿Dónde?
-Sala de baile Fandango"
Como primera toma de contacto con el mundo del cine, Sweet Charity tiene gran valor por la
fuerza de sus números musicales, plasmados en pantalla con acierto directamente
desde Broadway, pero sin embargo donde tiene su pequeño talón de Aquiles esta
ópera prima en el cine de Fosse es en carecer de una narración verdaderamente
compacta y quizás por haberse tomado demasiados privilegios a la hora de
adaptarla (fracaso de taquilla). Haciendo que quede como una gran película por
sus números musicales, y no tanto como pudo haber conseguido tirando también
del ámbito de la trama.
Sweet Charity es considerada la película encargada de despedir
al musical cl ásico,
donde la música aparece sin previo aviso en mitad de una escena haciendo que
los personajes canten y bailen en el más común de los entornos con una
naturalidad algo obligada. Uno de los elementos sin embargos más interesantes en
cuanto a la historia se refiere es la ausencia del happy end, que si ya de por sí era bastante típico de la producción
norteamericana, su calado era más hondo aún si tratamos de cine musical. Y es
que el cierre de la película es fiel al final de Las noches de Cabiria, en donde Fellini daría un cierre como
coronación al drama mediante la purificación de su protagonista. Es decir, se
trata de una película de final feliz, pero no entendido al american style (beso y boda) sino con una final feliz y agridulce, de
nivel espiritualista (de hecho el movimiento hippie vuelve a hacer aparición en
la secuencia final repartiendo literalmente paz
y amor para la protagonista).
Un final rompedor en los musicales para la primera
película de un creador que aprendió una primera
y dulce gran lección.
[Continúa AQUÍ con Cabaret]
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